Presión de ruedas

presión de neumaticos

La presión adecuada de los neumáticos es fundamental en el buen funcionamiento de un automóvil. El nivel correcto de presión de aire en las ruedas debe coincidir con el modelo de automóvil, las condiciones climáticas y cuántas personas hay en el automóvil mientras conduce.

 

La presión de los neumáticos debe revisarse regularmente y así reducir el riesgo de avería o pérdida de control del vehículo.

 

Cuando la presión en las ruedas es demasiado baja, la estructura interna del neumático se daña. Además, tener una presión desigual las distintas redas puede desequilibrar el vehículo, por lo que puede incurrir en vibraciones que dañen el mismo y afecten a la conducción.

 

También, una presión demasiado baja tiene el riesgo del aumento de la resistencia a la rodadura, que a su vez puede conducir a un mayor consumo de combustible hasta en un 5%. La presión de los neumáticos demasiado alta acorta la vida útil de la banda de rodadura hasta en un 25 %.

 

En este punto, cabe mencionar que la superficie de contacto deformada del neumático con el suelo puede deteriorar significativamente la precisión de la dirección y su estabilidad en los giros.

 

Un coche que, a su vez, ha bajado los neumáticos es más propenso a sufrir otro efecto adverso, el aquaplaning. Con un neumático pinchado, el agua tiene que recorrer una distancia mucho más larga antes de drenarse por completo hacia el exterior.

 

Cuando la presión en un neumático es demasiado alta, puede causar daños al caer en un agujero o golpear la acera. La presión de los neumáticos demasiado alta se traduce en un área de contacto más pequeña entre el neumático y la carretera, lo que a su vez reduce el agarre.

 

El aumento de la presión de los neumáticos también afecta negativamente a la comodidad de conducción, ya que, los baches se amortiguan menos, lo que, además, se traduce en un mayor nivel de ruido.

 

Otra desventaja importante asociada con una presión de los neumáticos demasiado alta es el desgaste más rápido de los componentes de la suspensión, lo que resulta en una peor absorción de impactos. En última instancia, incluso puede conducir a la falla de los sistemas electrónicos.